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16 de agosto 2004 |
Acá un experimento mal hecho puede costar muertos Jorge Aleman |
Exiliado en España desde el '76, Jorge Aleman estudia desde la psiquis y la filosofía los movimientos sociales. Dice que Kirchner es un cierre de los dos grandes temas argentinos, derechos humanos y justicia social, y advierte que una cosa es teorizar desde la seguridad europea y otra desde la trinchera local. "Hay que pedirles prudencia a los teóricos", dice. |
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Estimado Jorge, tengo la /mala costumbre/ de contestar los e-mails que me envían. Mi situación de semi paro prolongado me permite alternar estas respuestas con la escritura de mis libros inéditos y la relectura de mis autores predilectos. Otra cosa que me ocurre últimamente es estar in situ cuando se producen episodios lesivos para la seguridad física y la libertad individual de las personas. Por ejemplo, ser testigo de la entrada provocadora del exterminador Arien Sharon en la Explanada de las Mezquitas, o recibir las primeras cargas de la caballería el 20 de diciembre de 2001 mientras intentaba proteger del atropello a las viejas de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo (hay documento gráfico en Clarín del 21-I-2002, pero jamás fui citada por la jueza Servini de Cubría). De este *levantamiento masivo contra toda la clase política argentina* me retiró una bala -de la que me salvó un compañero desconocido tirándome al suelo- en el cruce de las avenidas de Mayo y 9 de Julio, a las 17 horas. No sé, debe ser mi condición de periodista curiosa y entrometida; o mi gusto más por actuar que por teorizar. Estuve viviendo en Argentina desde el 14 de marzo de 2001 hasta el 15 de julio de 2002, fecha en que la situación del país y el asesinato frente a las cámaras de televisión de los dos pibes en la estación de Avellaneda -donde casualmente había estado una semana antes asistiendo a un /Congreso sobre Lenguas Indígenas/- me hicieron temer lo peor, es decir, el advenimiento de otra dictadura, esta vez, disfrazada con la/ bella/ máscara de la democracia y opté por retornar a España. En ese período tuve muchos contactos directos con las *bases (conociendo sus formas de organización social y productiva)* -no con los dirigentes ni los punteros ni los líderes, ni los iluminados al uso, ni los intelectuales bien pagados y muy bien ubicados- *muertas de hambre pero con una gran conciencia de clase /despojo/,* aunque podríamos retomar categorías marxistas y volver a definirlos como el/* lumpenproletaritat*. /Te aseguro que no sólo entenderían nada de lo que respondés en tu entrevista, si no que, además, *como a mi*, te darían una lección de humildad intelectual./ /A diferencia de vos, *creo que perdimos una oportunidad única*, y así se lo expresé a *Hebe Bonafini* -a cuyo lado permanecí hasta que diferencias irreconciliables me separaron de la docencia ad-honorem- en la Universidad que ella preside, pero éste es otro tema-, y a la creadora y directora de* ZONA*, mi amiga, colega y prologuista *María Seoane*, * repito, única de sentar los cimientos de una organización asamblearia en la cual existiera una verdadera y real representación democrática para regenerar a un país que está podrido en sus cimientos: funcionando de abajo hacia arriba y no al contrario, como persiste y continuará porque Kirchner es nada más que el sujeto más vistoso y progre del peronismo izquierdista de los 70.*/ /En fin, el tema es largo y el espacio cibernético, quizá no sea el más propicio para una discusión in profundis. Como decía el príncipe de Lampedusa: /"Que todo cambie un poco para que todo siga igual"./ Una última apreciación para quien firma la entrevista: como tú,* estudioso serio y aventajado de la Filosofía bien sabes*, el mayor castigo que se le podía imponer a un ciudadano griego era el exilio: muchos preferían la muerte antes que verse obligados a abandonar su amada polis sin posibilidad de redención de la pena. Ni vos, ni yo, ni muchos de los que nos fuímos (o nos fueron) de la Argentina somos exiliados; podemos viajar -y así lo hemos hecho- todas las veces que deseamos a nuestra tierra de origen. Dejemos el término para aquellos que sí sufren esa inefable condición. Un afectuoso saludo, Alicia Villoldo-Botana Alicia Villoldo-Botana <libertad@nodo50.org> Buenos Aires, 16 de agosto, 2004, - Tuesday, August 17, 2004 at 23:49:05 (EDT) Querido Jorge, Me uno a las felicitaciones por el reportaje. Me alegra y espero seguir recibiendo noticias tuyas. Me disculpo si uso este medio para responder a una linea que considero imprudente. La linea no es tuya, querido Jorge, pero me llego como parte de una respuesta a tu interesante reportaje. En esa linea se refieren a Sharon. Sharon, cuyo nombre es "Ariel". Por que es imprudente? No por criticar a Sharon, sino por no decir nada mas. Nada dice del exterminio antisemita. Por eso escribo. Eso dice. Vivo en Israel hace ya 21 anios. El terrorismo que vivimos aqui es algo dificil de describir. Quizas hace falta la valentia de un Jean Claude Milner, quien nos visito el anio pasado y expuso lo que sostiene en su libro "Les tendances criminelles de l'Europe Democratique", que el antisemitismo de hoy es un "anti-Israel", y que es herencia de la Aufklarung de Europa. Es aufklareado. Es aufffff. Es herencia de los intelectuales. Aufff aufff aufff, klerung, caramba! Por ello Ariel Sharon es para los que vivimos aqui el nombre de un cierto "stop" a la carniceria sin fronteras . Eran uno despues del otro, en autobuses, en discotecas de adolescentes, en confiterias llenas de jovenes y viejos. Catapum. Europa silenciosa. Un dia el embajador de Francia tuvo un gesto, se apersono y coloco unas flores frente al Dolfinarium en Tel Aviv, despues de que un terrorista habia estallado en la cola que hacian los chicos para entrar. Pero hubo otros gestos. Un dia escribi una carta a nuestros colegas de la Escuela, pues las bombas se sucedian sin cesar y el silencio era ensordecedor. Respondieron de inmediato, nuestros amigos. Se organizo en Tel Aviv, en el medio de la incertidumbre total de la vida cotidiana, un seminario de solidaridad: Guil caroz, Alexandre Stevens, Francois Leguil, Jean-Pierre Klotz. Pero por supuesto, bienvenida la solidaridad que nos toca el ser, la masacre seguia. Los que estamos aqui, lo recordamos. Cada vez que sucedia alguna de estas finezas de los terroristas, cada uno aqui llamaba a sus telefonos para saber donde estan los jovenes. Donde fueron a pasear? Quien los vio la ultima vez? Hasta que. No olvidaremos el dia de Pesaj que fue la ultima gota, en Natanya, cuando un terrorista se puso su aparatito y exploto en en medio de una fiesta familiar multitudinaria, llena hasta los bordes. Alli recordamos que llego el cartelito: no va mas. Llevaba una firma: la de Sharon. Sharon representa--entre otras cosas--un cierto stop a esto. Nos hacia falta. Es inutil explicarlo. Los intelectuales mas intelectuales se derriten frente al terrorismo, vaya a saber por que razon. Quizas es porque toca algo del dolor de existir desplazado al otro. No se preocupen...esto es peor! Como diria Goya. pero hace falta un Goya para retratar las hipocresias. No lo hay. Hay un Milner, y hay tambien quien firma esta carta. Jorge, perdon por responder en este forum. Pero. Marco Mauas Marco Mauas <mauas@netvision.net.il> Israel, Tuesday August 16, 2004, - Tuesday, August 17, 2004 at 23:45:04 (EDT) |
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